Habitación de Rosalie Delacour

Benjamin llamó a la puerta y entró, cerrando de un portazo la puerta tras de si para que sus padres no se asomaran. La vió llorando y se rascó la nuca. Se acercó y se sentó a un lado de la cama, le acarició la espalda con las yemas de los dedos

- ¿qué ha ocurrido? no apareciste en el baile.. todos los jovenes nobles me preguntaban por ti.. les tienes el corazón robado, mi pequeña rubia..

Ben inchó los mofletes y sopló al ver que el tema era algo serio. Le siguió acariciando la espalda como solía hacerlo de pequeño

- vamos rubia.. ¿qué ha ocurrido y a qué viene esa contestación? són los invitados de papá y mamá.. han venidoa verte a ti.. aún estas a tiempo a bajar.

Ben le cojió la rosa del pelo. No le gustaba imaginarse el cómo había llegado allí, así que la dejó en la mesilla y empezó a acariciarle el pelo. Sabía que había estado acompañada. Le miró el dedo vendadao con algo de tela. Esa tela no era noble. A lo mejor un criado la habría curado.
Le acarició el pelo con ternura y suspiró

- ¿porqué no quieres verles? Está William.. ya sabes.. Willy.. ese amigo de la infancia que siempre ha estado por tus huesos.. siempre has adorado ir con él.. ¿estás enferma?

Le besó la frente para ver si tenía alta la temperatura.

- realmente has de estar enferma o muy deprimida.. no es normal este comportamiento en ti. ¿Te ha de venir la visita del mes o qué?

Bromeó con poca gracia, pero buena intención. Sus dedos acariciaron el pelo y las mejillas de ella como Paul lo había echo horas antes. La miró con ternura infinita

- ¿no vas a contármelo, verdad rubia?

Benjamin se rió enseñando su perfecta hilera de dientes blancos y bien colocados. Abrazó a su hermana con dulzura, apoyando la barbilla en uno de sus hombros. Cerró los ojos e inspiró el perfume de su hermana pequelña

-Rosalie, pequeña rubia, .. sea lo que sea.. sabes que puedes contarmelo.

Ben se percató que en el corazón de su hermana pequeña había estallado una disputa.. era algo evidente, pero no la presionaría. La quería demasiado para hacer tal salvajidad. Se limitó a besarle los párpados y susurrar

- bajemos al baile, pequeña.. yo bailaré contigo como cuando eramos unos niños.. y espantaré a esas moscas.. te lo prometo. No dejaré que te pase nada.

Ben le cojió la mano y miró la pequeña herida. Cojió algo de desinfectante y una venda sedosa y cara. se lo vendó bien y la miró a los ojos sabiendo lo que estaba ocurriendo a medias. Sonrió y le besó el dedo vendado como cuando eran pequeños.

- así mejor.. sea quien sea que te lo haya curado.. estaba mal echo, no estaba desinfectado.

Se quejó haciendo una mueca de preocupación

- ya sabes que estás preciosa te pongas el trapito que te pongas, siempre te lo digo..

Dijo llevándose las manos a la espalda con una sonrisa perfecta. Le tendió la mano para irse con ella. Le guiñó un ojo y abrió la puerta para dejarla salir primero y cuando ella iva a pasar la detuvo y le secó con el pulgar los restos de lágrimas que había en las mejillas de su hermana pequeña.